Como muchos
sabrán este blog es específicamente parte de una tarea. Yo estudio actualmente
Bachillerato en Ciencias de la Comunicación, ¡la comunicación es mi vida! Creo
que más que parte de una tarea, este blog se ha convertido en un hobby para mí,
algo que simplemente hago por amor y porque me gusta. Como parte de la tarea se
me ha ordenado escribir sobre algo relacionado con mi carrera, específicamente
el tema:” La mala comunicación”.
Buscando un
poco en internet encontré una página escrita por una persona especializada en
inteligencia emocional, llamada Viki Morandeira, me parece que la información
descrita por ella es correcta, y quiero compartir la información con ustedes:
Estas son
algunas características de la mala comunicación:
En alguna ocasión, sentimos que la
otra persona, al hablar "nos ataca". Y rápidamente, respondemos a la
defensiva. Como dice el refrán que la mejor defensa es un buen ataque, por lo
general, cuando nos sentimos atacados, heridos, respondemos contraatacando. Este
fallo de comunicación, nos aleja de las personas y deteriora nuestras
relaciones personales.
Culpar a los demás y ocupar el lugar de víctima
Cuando surge un problema o una
diferencia, cuando nos sentimos heridos o dolidos por algo, solemos culpar a
los demás por ello. Empezamos nuestras conversaciones con un "Tú has
hecho..." "Tú has dicho..." o "Tú no has hecho..."
Los problemas de comunicación en este
aspecto surgen cuando la otra persona no se siente en absoluto la
"culpable" de lo que nosotros le estamos "acusando".
Adoptar una postura de mártir, de víctima inocente de las circunstancias, del
mal trato de los demás, empeora las posibilidades de comunicación y de solución
de conflictos.
Estar convencido de tener "la razón”
Otro de los aspectos importantes
donde fallamos en la tarea de comunicarnos, es en insistir en que los demás
están equivocados y nosotros tenemos la razón. Defender a capa y espada nuestra
postura o nuestra opinión suele ser el inicio de una discusión. No escuchar
apenas lo que el otro dice, porque ya sabemos que opina diferente a nosotros es
un error que puede terminar con una amistad de años.
Despreciar o humillar a la otra persona
En otro error fatal de comunicación
que arruina matrimonios, relaciones con los socios o compañeros de trabajo y es
el despreciar la opinión del otro. Cuando defiendo con demasiada vehemencia mi
opinión, no estoy dando lugar al otro a disentir, a opinar de otra manera.
Incluso, a veces, sin conocer la opinión de la otra persona, hacemos que se
sienta obligada a callar para no demostrar que opina diferente, para no ser
humillada o despreciada. Cuando hablamos de los demás y de sus logros con
desprecio, tratando al otro como un fracaso.
Actuamos de forma exigente
Este error de comunicación, que suele ser habitual, pasa desapercibido para quien lo comete. La persona que no comunica bien, se siente herida, se siente tratada de mala manera y se enfada porque los demás no actúan como "deberían" actuar. Proclama que merecería ser tratada de mejor manera. Los demás son injustos por tratarle mal y no asume la parte de responsabilidad que pueda tener en este problema de comunicación.
Negar que exista algún problema
¿Cuántas veces tu pareja te ha
preguntado ¿qué te ocurre? y le has dicho, Nada.... aunque en realidad SI
pasaba algo? Insistimos en que no estamos enfadados, no estamos tristes, a
pesar de sí estarlo. Cargamos la sensación de frustración, sin sentido, porque
creemos que decir cómo nos sentimos, no ayudará a resolver la situación. O a
veces, pretendemos que la otra persona, ADIVINE, qué es lo que me pasa, qué es
lo que ha hecho mal, sin tener en cuenta que no tendrá la misma perspectiva de
la situación y puede que su conclusión sea muy distinta a la que nosotros hemos
sacado.
No solo nos comunicamos con palabras
que forman oraciones, también nuestros gestos, nuestros silencios y nuestro
tono de voz forman parte de la comunicación. Muchas veces, podemos transmitir
hostilidad que no reconocemos abiertamente, al hablar en forma sarcástica, o al
usar cierto tono de voz. Y otras veces, poner caras, hacer gestos de
desaprobación, callar, abandonar la habitación precipitadamente, dando
portazos, también forman parte del mensaje que transmitimos.
Ayudar
Otro fallo, que solemos cometer, es creer que quien nos cuenta sus
problemas siempre lo hace buscando que le solucionemos la situación. En lugar
de escuchar, de ponernos en su lugar y comprender como se siente, en lugar de
prestarle nuestro hombro para que llore si así lo necesita, fallamos al
intentar "resolverle" su problema, al creer que tenemos "la
solución" para sus males. Con esto, corremos el riesgo de hacer sentir a
la otra persona inferior, al ver nosotros soluciones muy "fáciles"
para los problemas que la otra persona cataloga como "graves".
Además, corremos el riesgo de sentirnos frustrados y no escuchados, cuando
vemos que la otra persona no ha seguido nuestro consejo.
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