Te mostraré algunas cuantas reglas:
Nunca vayas de vestido blanco a una boda
¡Es obvio! El sentido común nos indica que cualquier color está permitido al momento de vestirnos para un matrimonio, menos el blanco. Si vas con un vestido blanco, quitas protagonismo a la novia. Por más que este delicado color te quede fantástico o que la novia justo vista de otro color, usar blanco en una boda no está bien visto.
Nunca uses los pijamas en público
Los pijamas
fueron inventados para dormir o usar cuando estamos en casa. Si sales con el
pantalón pijama serás centro de todas las miradas... pero, por estar lista para
dormir en medio del día.
Los zapatos que usamos para salir a correr y
hacer gimnasia no quedan bien con jeans. Si quieres ponerte un jean, tienes
miles de opciones para elegir: zapatillas casuales,
sandalias, botas, tacón corrido y un montón de diseños más. ¡Pero olvídate de
los deportivos! Déjalos para el gimnasio. Existen la opción de usar zapatillas,
aunque no son precisamente deportivas, son muy cómodas, tales como los
converse.
Nunca dejes que se note tu ropa interior
Excepto que lleves transparencias, no queda
para nada bien que se perciba el conjunto de lencería que llevas debajo de tus
prendas cotidianas. Si usas jeans de tiro bajo, viste una remera larga para que
tu ropa interior no se vea y si usas camisa blanca, ponte un sujetador de color
piel pero jamás uno negro, animal print o rosa.
Si no te sientes cómoda con una prenda, no la uses
Sin duda, hemos llegado a la regla más
importante. El objetivo de la moda es vernos bien y sentirnos cómodas con lo
que llevamos: si eso no es así, no tiene ningún sentido. Además, cuando estamos
cómodas con una prenda, nos queda mucho mejor y nos sentimos más seguras de
nuestro look.
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